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En esta sección me toca hablar de la experiencia que he vivido a lo largo de los tres años de prácticas en el colegio. Decir que los tres años de las prácticas las he realizado en el mismo centro, por lo que cada año pasado allí ha sido mejor que el anterior. Voy hacer una breve recopilación de lo que fui haciendo en cada uno de los años.

El primer año de las prácticas creo que fue el peor de los tres. Puede ser que fuera por la inexperiencia o por ser la primera vez que me enfrentaba a una clase con tantos niños. Me tocó el grupo de 1º de primaria. Este primer practicum no fue lo que yo me esperaba, ya que las actividades en su mayoría consistían en corregir ejercicios a los alumnos, corregir exámenes, revisarles las libretas para ver si traían los ejercicios hechos de casa y poco más. En las últimas sesiones pude dar alguna clase pero siguiendo las unidades didácticas que aparecían en el libro y sus actividades. El trato con los niños fue demasiado bueno por lo que había veces que  no me hacían ni caso. Cometí el error de querer ser "amigo" de ellos.

El segundo año de las prácticas cambiaron las cosas por completo. Para empezar, en este practicum viví lo que era ser maestro de música ya que estas prácticas las pase con el maestro de música. Aquí se empezaba desde los cursos de infantil hasta 6º de primaria. También era la primera vez que me enfrentaba a los más peques y a los que más respeto me daban. Todo resulto de maravilla. El problema que tuve el año anterior con los alumnos de querer ser su "amigo" en estas prácticas no me pasaron, de todo se aprende. Lo más destacado en estas prácticas fue la colaboración con el maestro, ya que entre los dos nos poníamos de acuerdo para organizar actividades; saber organizar el tiempo, algunas veces me quedaba corto en las actividades y otras me faltaba tiempo para terminarlas, pero a lo largo de estas prácticas y con la ayuda del maestro se iba solucionando. La metodología empleada a la hora de realizar las actividades fue algo que tuve que ir aprendiendo pero gracias a la colaboración del maestro todo fue más sencillo.

Para terminar, el tercer año de prácticas fue el más agradable de todos ya que seguía en el mismo centro, con el mismo profesor que el año anterior y todo fue mucho más fácil. En este practicum me sentí un verdadero maestro, ya que me enfrenté a una clase sin la ayuda del maestro de esos niños. Pude realizar mi propia unidad didáctica y realizarla con los alumnos de 6º de primaria. Al terminar esa unidad didáctica con los niños y ver que todo había salido como había planeado fue una satisfacción, ya no por enfrentarme a ello, sino por el trato que me dieron los alumnos y lo bien que se lo pasaron y sobre todo porque se cumplieron los objetivos que me había marcado.

Ser maestro va mucho más allá que llegar al aula, enseñar unos contenidos a tus alumnos y ya está. La gente que critica a los maestros o que dicen que los maestros son unos vagos o que no hacen nada, no tienen ni idea del papel tan importante que tienen. Intervienen en la formación no sólo académica, sino personal, lo que puede determinar aspectos muy importantes en sus futuros. 

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